Confieso que el título de mi artículo de hoy lo tenía planteado como:
“Que hacer en tiempos de Coronavirus”
Pero a veces las circunstancias conllevan a replantear y organizar las ideas, siendo estas ajustadas a la realidad del momento. Por eso decidí escribir hoy:
“Que NO hacer en tiempo de Coronavirus”
Por supuesto con una visión empresarial.
El brote de COVID-19 está causando una interrupción masiva en la economía, a medida que las cadenas de suministro mundiales se rompen, los viajes se cancelan y las personas practican el «distanciamiento social», evitando todo, desde restaurantes y tiendas minoristas hasta conferencias y reuniones de oficina.
Los despidos de trabajadores a menudo se ven como una parte inevitable de una crisis económica como la que estamos viviendo.
Desafortunadamente, la pérdida de empleos conlleva un alto precio para las personas y la economía: los trabajadores despedidos tienen menos ingresos para cuidar a sus familias, pierden el acceso al seguro de salud y agravan la crisis económica al gastar menos. Y despedir trabajadores puede incluso retrasar la recuperación cuando las empresas deben gastar tiempo y dinero, valioso para reconstruir su fuerza laboral a medida que la economía mejora.
Aquí van los concejos a los empleados.
Durante las comunicaciones:
Se directo y claro, no corto. A diferencia de las conversaciones cara a cara, los correos electrónicos y los mensajes directos no siempre tienen un tono obvio o mucho contexto, por lo que las respuestas cortas a menudo pueden ser planas.
“No.” “OK.” “Ocupada.” “aja.” “Lo sé” “👍”. Nada es más frustrante que recibir como responsable de una operación, o empresa una respuesta de una palabra.
¿Lo haces de mala gana? ¿Agradable? ¿Entusiasta? Puede ser imposible para la otra persona saberlo, y su suposición podría no coincidir con sus intenciones y tener consecuencias lamentables.
Eso no significa que deba escribir mensajes muy largos y elaborados. Solo mantenlo conciso y al grano.
Ten confianza en lo que escribes, no asumas, piensa al responder y no dejes que la inexperiencia laboral sea la protagonista.
Si tienes prisa y no tiene tiempo para redactar un mensaje claro y directo, levanta el teléfono.
Guarda los dramas.
Ninguna relación laboral es perfecta. Todos tenemos quejas sobre nuestros jefes, colegas, clientes y departamentos con los que trabajamos. Pero nunca es una buena idea desahogarse asumiendo que lo que tienes que decir se mantendrá solo entre tú y tu compañero de trabajo.
No envíes nada cuando estés molesto o molesta.
Piensa en la última vez que disparaste un mensaje apurado. Puede que en el momento sonara bien, pero si tienes la más mínima inteligencia emocional, probablemente te arrepientas a los pocos minutos.
Cuanto más molesto estés por algo, más tiempo necesitarás para refrescarte.
Sé como carpintero inteligente que mide dos veces y corta una vez.
No pierdas de vista los objetivos de la empresa. Mantente enfocado en tu trabajo a corto y largo plazo, optimiza las estrategias profesionales tanto de la empresa como las personales. sigue avanzando hacia tus objetivos.
Es un distanciamiento social y trabajo desde casa, no unas vacaciones. Reuniones virtuales permanentes con tu equipo, reportes diarios, comunicación asertiva entre departamentos, manejo de situaciones.
Agenda, optimiza, delega, haz seguimiento y completa círculos. Adelantar y proponer ideas te hace parte de la solución, no del problema.
PV.