No existe un enfoque único para todos. Para que la retroalimentación de un llamado de atención llegue de manera efectiva, se debe considerar qué método de entrega funcionará mejor según el contexto, la audiencia y los objetivos de la situación en específico.
Dar la retroalimentación por escrito cuando:
• Se tiene tiempo para hacerlo bien. Tómese el tiempo para leerlo, verificando el contenido, el tono y los errores tipográficos, y asegúrese de estar satisfecho con el mensaje, como un registro permanente de su administración.
• Desea reforzar o capturar lo que se ha dicho en una conversación. Cuando proporcione instrucciones, próximos pasos, mejores prácticas u otra información a la que su empleado hará referencia nuevamente en su trabajo, póngala por escrito.
• Desea darle tiempo a la otra persona para procesar primero. Incluso puede agregar preguntas reflexivas al final de sus evaluaciones para facilitar la conversación.
Dar la retroalimentación hablada cuando:
• Su entrada es más compleja. Tomarse el tiempo para tener una conversación, probablemente dará mejores resultados cuando sus comentarios podrían evolucionar o cambiar dependiendo de la entrada de la otra persona.
• Hay emociones difíciles involucradas. Cuando alguien lee comentarios negativos, puede reaccionar con más fuerza que si los escucha directamente de usted.
• Su objetivo es reparar o fortalecer la relación. Cuando tomas el tiempo de escuchar la perspectiva de la otra persona y trabajar juntos para encontrar soluciones, se puede terminar llegando a un lugar de comprensión mutua más profunda.