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14 mil palabras

Según datos existentes, las mujeres pronuncian unas 20 mil palabras al día promedio a comparación de unas 7 mil por hombres. Juntos pudiésemos decir que promediamos unas 14 mil palabras al día.

Eso sin contar cuántos tácitos (que no se expresa o no se dice pero se supone o se sobreentiende) pasan por nuestra mente al día. La mayoría de ellos no son hechos, sino evaluaciones y juicios mezclados con emociones, algunos positivos y útiles (he trabajado mucho y puedo hacer eso, vale la pena hablar sobre este tema, la nueva parece accesible), otros negativos (me está ignorando a propósito, lo de él o ella ya es personal, se sobrepasa en sus funciones).

Los entendidos dicen que los pensamientos y sentimientos difíciles no tienen espacio en la oficina: los ejecutivos, y en particular los líderes, deben mostrar fortaleza y dominio sobre sí mismos, especialmente ante las dificultades, deben proyectar confianza y amortiguar cualquier negatividad que aparezca dentro de ellos.

Aquí algunos tips de lo que he aprendido para ayudar a tener una comunicación más acertada en la oficina.

Cuando te comuniques:

  • Haz contacto visual con la persona con quien hablas.
  • Responde apropiadamente, recuerda que no es personal.
  • No interrumpas.
  • Y muy importante, revisa tu lenguaje corporal.


Hay una gran diferencia entre ser capaz de comunicarse y comunicarse de manera efectiva. Tener un poco de paciencia, confianza y persuasión, puede ayudarte a llevar el mensaje de la mejor manera.

Los buenos comunicadores saben que hay una especie de toma y dame entre hablar y escuchar, un intercambio entre quien habla y quien escucha, basado muchas veces en el respeto mutuo y la preocupación por los sentimientos del otro.

Igualmente, los monólogos envían el mensaje equivocado a su oyente, mientras que una conversación bidireccional acerca a las personas.

Nunca subestimes el poder de una buena comunicación. Usualmente los que son considerados buenos gerentes, se educan y trabajan para ser excelentes comunicadores.

Escucha a tus compañeros, que sientan que los entiendes, habla con un mensaje claro y sin muchas vueltas, pronto comenzarás a notar la diferencia.

P.V