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El crecimiento de la empresa, no es magia

¡JLV no está creciendo por arte de magia! Su crecimiento es la suma de la dedicación, experiencias adquiridas, educación y la participación de cada uno de nosotros, con nuestras ideas y, sobre todo, nuestro tiempo.

El tiempo

Tiempo dedicado a desarrollar y gestionar planes de crecimiento realistas, optimizando la empresa y sus procedimientos, esto nos ha impulsado a todos como JLV a presentar crecimiento en tiempos de post pandemia, nos ha llenado de valores y nos ha exigido superarnos a nosotros mismos, nos ha impulsado a querer ser mejores, ¡nos ha llenado de sueños!

Una de las piezas fundamentales en el tablero de optimización de procesos en puertas de crecimiento es delegar, tarea poco fácil y que requiere de mucho entendimiento y esfuerzo, pero que paga dividendos en un futuro cercano.   

Aprender a delegar nos hace madurar como persona y como empresa, por lo tanto, crezcamos delegando.

Ahora bien, en este proceso de crecimiento, debemos tener un plan estratégico, una guía bien documentada de trabajo, una hoja de ruta que ayude a administrar y controlar el crecimiento de la empresa.  

Identifiquemos juntos claramente los objetivos medibles a largo plazo para vincularlos a las acciones específicas que debemos llevar a cabo este y el próximo año.  

Trabajemos en el presupuesto juntos, creemos planes estratégicos y optimicemos los existentes, trabajando en un plan que proporcione a nuestro equipo una comprensión común de hacia dónde se dirige la empresa y cómo llegaremos allí.

Con el crecimiento, viene la realidad de que JLV se hará más grande y compleja.  Pero la fórmula para que esta transición sea lo menos traumática posible, es el seguimiento cerrado a nuestro modelo de negocio, colocando a las personas adecuadas, en los puestos adecuados, en el momento adecuado.  

Durante los crecimientos, por más medidos y controlados que puedan ser, es común que existan cambios en liderazgos, modificaciones en responsabilidades y desistimientos laborales, y esto en cierto modo, está bien, no todos estamos o somos aptos para aceptar la realidad del crecimiento y las responsabilidades que un mundo tan variante y pragmático nos exige.

He allí la fortaleza que nos da la constancia, he allí la fortaleza que nos da la paciencia, lo importante de aprender del pasado. Sabemos que no somos perfectos, pero demostramos que podemos modificar, optimizar y manejar las situaciones por muy adversas que sean y convertirlas en oportunidades.

El equipo gerencial debe exigir y, sobre todo; dar, debe participar, pero también delegar, asegurarse que las decisiones sean las más adecuadas y ser diligentes.

Ser responsables con nuestros clientes y con nosotros mismos, donde jugar en equipo es la clave del éxito como empresa, como Holding.

Hemos logrado con esfuerzo, que la marca JLV sea reconocida y utilizada como sinónimo de excelencia, es por esto que, podemos proyectar crecimiento.  

El trabajo que cada uno de nosotros realizamos como multiplicadores del mensaje y que describe el contenido de nuestra historia, ha sido clave para proyectar este crecimiento.

Llenemos la empresa de personas con visión, educación, con fuerzas para luchar por ella y que entiendan que JLV somos todos y que solo en equipo podemos crecer juntos y dejar un mundo mejor al que ya existe, como lo hemos venido haciendo.

¡Manos a la obra!